Decidió llamarle, aun sabiendo que tenían esa tensión sexual... no resuelta. Al fin y al cabo siempre había sido su terapeuta...

La cita al día siguiente en su despacho... el diván seguía estando en el mismo sitio... Entrar allí como si no hubiera pasado el tiempo hacia que se le erizara la piel. Se pone tan cachonda solamente teniéndole tan cerca; su olor, su manera de moverse, ese pelo que le caía sobre la cara...

Tenía la esperanza de que sus deseos por él se hubieran suavizado al menos, pero no es así... es todo lo contrario... le arde el pecho, tiene el corazón latiéndole tan rápido que piensa que se le iba a salir, y mejor no decir como tiene su tanga... muy mojado... le desea tanto que no sabe si se va a poder controlar...

Él la mira como si fuera la primera vez, nota el deseo en sus ojos... cierra la puerta y empieza a acalorarse por momentos... Saben que esto no va a ser una de sus sesiones, se sienta pegado a ella y empieza a hacerle cumplidos sobre lo morena que está; ella le remarca que este año le ha cogido mucho el sol y apartándose la camiseta para enseñarle la marca del bikini... se le resbala la camiseta, que es un poco holgada, y deja entrever la lencería... Ella le pide perdón, se sonroja y él le dice: -Tranquila... no pasa nada… además soy muy fetichista de la lencería... y, si me lo permites, lo poco que pude ver era muy bonito. Ella le dice que es un conjunto de Victoria Secret, que se lo trajeron de New York y es su favorito, y se lo enseña (solo el sujetador)... Entonces él le dice que tiene razón, que le hace unos senos preciosos, además la pregunta: -La parte de abajo... ¿va a juego?... es afortunado el chico que lo pueda ver, susurra.

Ella, con un movimiento discreto le enseña un cachito del tanga, por encima de la falda. Él ya no se puede controlar, se empalma... Ella lo ve y él nota la cara de guarrilla que pone al verlo... Coge su mano, la pone en su rabo y le mete la lengua en la boca de una manera exagerada. Ella agarra la polla con firmeza mientras, apartándole la cara hacia un lado, empieza a recorrer su cuello con la lengua... Le desabrocha la camisa con una mano... y con la otra sigue jugando con su polla. Le besa lentamente todo el pecho y al quitarle la camisa sigue bajando con la lengua hasta el ombligo, y de ahí a lo que más deseaba en el mundo... comerle todo el rabo. Lo coge con ambas manos y se lo va metiendo en la boca muy despacio... Mmm, está tan bueno, tan erecto… es grande y gordo… Lo tiene todo adentro, casi ahogándola, pero eso le produce aún más placer. Se lo saca de la boca y con la lengua empieza a recorrerlo entera, de arriba abajo... de abajo arriba. Él se retuerce de placer... tiene tantas ganas de correrse... y de echarle toda su leche por encima... tiene tanta ansia por penetrarla que empieza a desnudarla.

La quita la camiseta, ahora puede deleitarse viendo ese sujetador de encaje granate... Empieza a besarla por el cuello, el lóbulo de la oreja y va bajando hasta su sujetador, se lo quita y se queda observando, extasiado, esos pechos perfectos, redondos... que le estaban esperando. Se los empieza a chupar, a comer sin parar, con deseo... mientras sus manos buscan su culo. Un culo firme y grande, que esa faldita negra marca con todo detalle. Lo agarra con fuerza y, de un impulso, la monta encima suyo, la falda un poco recogida... así puede verle esos muslos que le vuelven loco. Deja de besarla solamente para ver su cara de excitación y deseo... Ella le atrapa contra sí, a la par que introduce esa polla dura dentro de su coño. No puede esperar... está tan cachonda que necesita que él la penetre. Notarle como se mueve dentro de ella... eso era, buff, solo quiere gritar de placer, pero se contiene… quiere alargarlo un poco más. De repente, saca su rabo de su interior... la gira y la pone a cuatro patas.

Desde que la vio la primera vez, solo había querido follar ese culo... y lo iba a hacer, así que introdujo todo su pene dentro de ese culo enorme... y la penetra, mientras ella gime de placer. Antes de correrse, saca su polla, porque quiere ver cómo ella se la come una vez más antes de ducharla con su leche, la da vuelta y le ofrece, otra vez, su verga, metiéndosela hasta dentro, llenándola toda la boca. Entonces empieza a jugar con el sexo de ella... primero le introduce un dedo, luego el segundo y por último el tercero, con el pulgar estimulando el clítoris. Todo el cuerpo de ella se estremece debajo suyo. Retira la mano y empieza a comerle todo el coño... a meterle la lengua hasta adentro... A beber todo su jugo.

Ella sigue comiéndole el rabo, hasta que ya no puede más y tiene que sacársela de la boca para poder chillar de placer. Nunca había oído gritar así, ni a ella le habían comido nunca tan bien su coñito. A pesar de haberse corrido quiere más y vuelve a cogerle el rabo y a masturbarle sin parar... con las dos manos, de arriba abajo y de abajo arriba... paseando su lengua por encima...

Él no puede más... se va a correr... y lo va a hacer encima de ella... Esparce su leche por encima de su cara, por las tetas... y como tiene tanta…y está tan rica... también descarga en su boca para que se la trague. Lo que más le gusta era ver cómo se relame… recogiendo esas pequeñas gotas que se caen de la boca. Esparce la leche por su cuerpo y le da a probar de sus dedos... llenos de toda su corrida.

Ella está tan satisfecha, a pesar de las manchas de leche en su falda negra y...sobre todo en su tanga, que está todo mojado. Decide regalarle un recuerdo de su parte... el tanga lleno de leche y toda su corrida.