-Candy,acordemos algo.Ni soy fotógrafo ni eres modelo,a escala profesional me refiero,pero ella necesita un catálogo,y lo podemos hacer.¿Te cuento cómo lo veo?

-Vale,a ver.

-Vamos a interpretar un juego de seducción.Vos no lo sabes,pero voy a intentar seducirte.

-¿¡Que!?

-Olvídate de mí,intentará hacerlo mi cámara.

-¡Ah,cómo?!

-Vos vas a ver un “ojo”que te sigue,que te estudia,que busca lo “mejor”de tu pose.Y vas a sentir que es un ojo amable,no invalido,que va a intentar plasmar,en imagen,un montón de fantasías...las de la gente que quieras imaginar disfrutando lo que ven,sin revelarte del todo.

-¿Que me estás proponiendo,concretamente?

-Que te relajes,que te dejes ir,como ante un cristal que te mantiene a salvo de gente pesada,babosa,inoportuna.No olvides que sigues siendo la dueña de lo que se publicará.

-El escenario,sin conocer demasiados,no parecía lo más amigable para lo que intentábamos plasmar.Escasa luz,con exagerada tendencia al rojo,un sofá un poco demasiado explícito para un posado donde lo esencial era resaltar la lencería que luego sería expuesta...y a la modelo que la exhibiría (esa era mi íntima pretensión).Tal vez ese biombo prestase mayor juego...

Salio del probador y me falló un latido.Confieso que no veo damas en ropa interior todos los días,y ella avanzaba con una naturalidad,con una frescura que me dejaron boquiabierto.Su juventud,lo menudo de su talla,la contundencia de sus curvas, y esa sonrisa entre tímida y segura de sus pasos...Intuí que podría convertirse en una sesion memorable.

-¿Cómo te parece que empecemos?-,reclamó.

Ahi,como saliendo tras el biombo, sin postura exagerada,como casual-,sugerí.

El objetivo empezó a entibiarse,a medir distancias,a calcular ángulos.A un enfoque de plano general se fueron sumando,rodeándola,planos más cortos,más próximos,más de detalle(lencería...y modelo,me recordé).

Ante las estáticas y habituales fotos de modelos de lenceria similar,yo pretendía una mayor proximidad,un detalle como el que disfrutaría el feliz acompañante de la modelo.Ello conllevaba una mirada desde ángulos de mayor intimidad y perspectiva.Asomado sobre su hombro,invitándola a una inclinación que resaltase lo necesario,arrodillado o desde el suelo,en intentos de captar lo esencial del misterio,de la magia,sin desvelarlos.

Tras algún titubeo inicial,mi cámara ya se había enamorado de ella,y ella le correspondía.El intercambio erotico-festivo discurría como aguas frescas ,cantarinas.Fueron cambiando los conjuntos,más sugerentes unos,más contenidos otros.

La sesión concluyó con un afectuoso abrazo y la expectativa de,tal vez,más.